Más de siete millones de personas se manifestaron en más de dos mil ciudades de Estados Unidos, en lo que se considera una de las mayores movilizaciones contra un presidente en el último siglo. Las protestas fueron encabezadas por comunidades migrantes, incluida la mexicana.
Desde Nueva York, el corresponsal Francisco Javier Sánchez reportó que los manifestantes exigieron el cese de los operativos migratorios llevados a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como cambios en la política migratoria del país.
Durante una entrevista, Sánchez explicó que la participación fue convocada por organizaciones comunitarias, sindicales y estudiantiles, con concentraciones en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Miami, Houston y Nueva York.